• La actualización del logo debería estar ligada a un cambio o mejora de la marca que pueda ser percibido por el público.
• Es fundamental demostrar a nuestros clientes que estamos en constante búsqueda de mejorar su experiencia, ya sea a través del producto en sí, de la atención al cliente o de las formas de interacción con la marca.
Tras la inversión inicial, tu marca ha conseguido una identidad sólida, un nombre reconocido, un logotipo, una imagen y una presencia online profesional que refleja sus valores. A medida que creces y comienzas a delegar tareas o a tener más colaboradores, puedes observar una pérdida de la distinción que has ido creando con el tiempo. Además, al dar el salto del mundo digital al físico, puede que te encuentres con dificultades para traducir la individualidad de tu marca en el día a día.
Es un momento oportuno para realizar un Brand Audit, es decir, una auditoría de tu marca, una evaluación profunda que te permitirá analizar y detectar si ha habido cambios en el mercado o en tu marca que requieran una nueva estrategia de comunicación. Esta revisión puede abarcar desde el contenido digital generado y el tono de voz, hasta la creación de manuales de procedimientos para la atención al cliente, la optimización de procesos e incluso un manual de empleados para facilitar la integración de nuevos miembros al equipo empresarial.
Al trabajar en la marca de este modo, no solo aseguramos un regreso a su identidad original, sino también una revisión y actualización de sus valores, misión y objetivos. Dicho análisis es fundamental si estos elementos han experimentado cambios, si los consumo sociales han variado en ese tiempo, o si se está pasando por un proceso coyuntural particular.
En caso de no contar con un departamento interno dedicado a esta tarea, recomendamos realizar una auditoría de marca al menos una vez al año. Esta evaluación permitirá conocer la percepción de nuestra empresa entre los usuarios, identificar oportunidades para optimizar las comunicaciones e implementar nuevas tecnologías para actualizar la marca de manera interna. Algunos ejemplos podrían ser: capacitaciones sobre el uso de herramientas como ChatGPT, conocimiento de las últimas tendencias en redes sociales y exploración de diversas oportunidades publicitarias.
Una vez que ya se ha realizado una primera inversión en la identidad visual de una marca, se abre la posibilidad de efectuar una segunda inversión que se enfoque en aspectos que se extienden más allá de las tareas cotidianas y que tal vez no fueron considerados o desarrollados en la etapa inicial. Algunos ejemplos de esto incluyen la mejora de la usabilidad del sitio web, del formulario de contacto o de las vías de comunicación para los clientes. También es posible revisar el tono de voz de la marca o desarrollar nuevos servicios a partir del análisis de los datos recolectados.
De igual manera, si el proyecto ha experimentado un crecimiento y se cuenta con recursos internos para gestionar las comunicaciones y el diseño, se puede considerar la creación de un manual de uso de la imagen corporativa. Este manual profundizará en aspectos específicos del diseño no contemplados inicialmente, como la aplicación en uniformes, embalaje de envíos, material administrativo y señalética. La elaboración de un manual de contenido con directrices para redes sociales puede ser de gran utilidad para equipos de trabajo multitudinarios. Este manual puede incluir ejemplos de diseños, plantillas, imágenes de referencia, diseños de newsletters, presentaciones corporativas, cotizaciones y cualquier otro documento no utilizado previamente en el proceso.
La auditoría permite sacar a la luz la esencia de la marca y de este modo comenzar a comprender sus valores y sus razones, sus puntos fuertes y sus debilidades. Para ello es necesario realizar talleres con el directorio o los referentes de los diversos departamentos de la empresa, con el proposito de conocer los objetivos y metas de la misma. A través de esta toma de datos inicial se delinea la historia de la empresa, sus logros y la propuesta de valor de la marca. Se definen en palabras claras el enfoque: visión, misión, propuesta de valor, ADN de marca, arquetipos, valores y eslogan. Se analiza la perspectiva de negocio estudando clientes (actuales y potenciales) y proveedores. Se examina la imagen de la marca, cómo queremos ser percibidos y si ha cambiado algo desde el último análisis realizado. Finalmente, se proyecta el futuro ideal de la empresa junto a las estrategias para alcanzar sus objetivos.
Este análisis exhaustivo permite, por un lado, obtener una fotografía actual del proyecto y revisar su evolución hasta la fecha. Evaluar si nos hemos desviado de los objetivos originales, si los hemos alcanzado o si han cambiado. Lo más importante es determinar hacia dónde queremos dirigirnos: ¿Es nuestra ruta la indicada o existen nuevas oportunidades de mercado o formas de optimizar las comunicaciones que debemos implementar?
Es fundamental demostrar a nuestros clientes que estamos en constante búsqueda de mejorar su experiencia, ya sea a través del producto en sí, de la atención al cliente o de las formas de interacción con la marca. La escucha activa del mercado, los competidores y nuestros usuarios son clave para responder a sus necesidades de manera efectiva.
Para mantener una marca actualizada, es fundamental realizar una evaluación continua de la alineación entre nuestras acciones y estrategias de negocio con los objetivos a mediano y largo plazo y haciendo especial atención a que todas las comunicaciones reflejen dichos objetivos y que la percepción de la identidad de la marca por parte del público sea la misma que estamos queriendo transmitir.
¿Necesitas ayuda para generar la auditoría de tu marca? No dudes en contactarnos a ciao@althaus.agency